Published 2003-01-01
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Copyright (c) 2003 Revista Panamericana de Pedagogía
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Abstract
El tema que nos ocupa se refiere a la educación en la escuela, diferenciada según el sexo. Discernir la conveniencia de las instituciones mixtas, o de las exclusivamente femeninas o masculinas. Aunque hay opiniones en pro y en contra, el estudio actual ha de considerar las características sociales que obviamente varían los esquemas tradicionales. La familia sufre las modificaciones del trabajo extradoméstico de la mujer que cambia los roles que tradicionalmente se le asignaban a ella y al varón. Otras veces, influyen políticas demográficas; esto ha reducido la natalidad y la experiencia de convivir con mayor número de personas. Hay deterioro en la fidelidad conyugal, entonces la relación con los progenitores es incompleta. La cultura contemporánea está sustituyendo el tradicional sexo por el género. Se fomenta la permisividad en las relaciones sexuales.
El panorama ofrece más sombras que luces. Sin embargo, aunque es arduo el trabajo, la familia ha de recuperar su papel de primera educadora y la escuela tomar su postura de subsidiariedad. La preparación de los maestros ha de responder a las demandas de los hijos que no cuentan con el apoyo de un buen ambiente familiar.
Es necesario ofrecer diversos tipos de escuelas: femeninas, masculinas y mixtas, para poder elegir la que más convenga a los educandos, previo estudio muy concienzudo de la personalidad y el ambiente en donde se desenvuelven.